lunes, 10 de mayo de 2010

Querido Vivaldi

59

(El primer compositor clásico al que tuviste acceso a través de tu hija, Padremuerto Manuel, Padrenuestro son todos, Madres, las almas de los muertos. ¿Quién duda a estas alturas que la oración de Cristo al Padre con la que enseñó a orar a quienes se lo pedían, era a su padremuerto carpintero de Nazaret?)

Querido Vivaldi:

No supo Vd. cuán dignas
son las estaciones
de que Vd. las consagrase
en música, aquí en Ma-
drid que sólo tenemos
invierno siberiano y horno
crematorio hitleriano por
estaciones únicas.

Esta es la disposición espacial
que en mi pequeño bloc de notas
tiene la composición.
Pero ya que hablamos a un músico,
hagámoslo, pues, en verso:

No supo cuán dignas son las estaciones
de que Vd. las consagrase en música,
aquí en Madrid
que sólo tenemos invierno siberiano
y horno crematorio hitleriano
por estaciones únicas.


Una ironía inferida.
Quien no haya visto ironía
en la anécdota del bloc,
lo de la fiel transcripción
de la disposición espacial.
Quien no haya visto ironía dedicada
al modo de proceder
con el contaje de sílabas
de la métrica oficial
en esa hora fatal
de componer poesía…
Quien no haya visto ironía.
Es que lo que comprendió
se le quedó a la mitad
de lo que aquí se decía.

Se lo dice quien no cuenta
a la hora de contar
o a la hora de que cuenten
con ella, él, los demás.


Padremuerto Manuel Padrenuestros son todos, Madres, las almas de los muertos. No me extraña que escogieses a este músico, quizá las 4 estaciones, no recuerdo con exactitud ahora a 2010, reproduciéndose en mi casete, para dejarme y esta vez de tu voz pretendiendo taladrar la ultratumba, una psicofonía que no pude descifrar, tu voz tan lejana y desfigurada, y en la que quizá nos advertías del peligro que corría tu hija ¿sobre la que ya rondaba el ala de la muerte en forma de cáncer?
Padremuerto, si hubieses hablado tan claro como Alejandra Pizarnik en mi habitación y a mi propio oído en 2002; pero escrito estaba que a tu hija habría de asesinarla el cáncer que, de rechazo, y en forma de economía también se cobró mi vida. Escrito estaba ¿por qué decisión de ultratumba que a Alejandra permitió llegar hasta mí con su voz entera? ¡¿Por qué criminalidad están escritos todos los horrores que nos suceden?! Ya ves para lo que también le haya servido a ella, Alejandra, comunicarse conmigo desde la ultratumba. Ya ves para lo que a mí me sirviera.

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