jueves, 29 de abril de 2010

A 2010 constato

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A 2010 constato
cuánto de profecía encerraban esos versos:
“Tu muerte es nuestra muerte
O te resucitamos o nos matas.
O reviven los muertos o morimos”.
Te llevaste a tu hija a los diez años exactos de tu muerte
-1981-1991-
al lugar del que no se regresa,
si el espacio es allí algo válido
cuando no lo es ni el tiempo.
Te llevaste a tu hija
y al hacerlo, a mí también.
“O te resucitamos o nos matas”.
A mí también, pues la circunstancia
en que me dejó la muerte de mi hermana,
no otra cosa es que la muerte social
o muerte en vida,
si la ruina más absoluta.

Así pues, no resucitamos a los muertos
por más que luchemos contra lo inadmisible,
sino que los muertos nos arrastran,
como escribiese aun antes de dedicarte estos versos:
Cómo tiran los muertos, cómo tiran,
hacia el fondo de la tierra tiran
los muertos haciéndonos sus muertos.

Así pues, ¿me arrepiento
o siento menos intensas
las palabras del poema 2
en las que confesaba no sé qué
“…sentimiento de culpa
Cada palabra que mi mano escribe
es una vena que en tu cerebro estalla,
siento cada palabra mía
poblando el tiempo,
tijera, alacrán, cuchillo
que pica y corta el hilo de tu vida,
culpable de la muerte de cada muerto
es la vida de cada vivo,
sentir remordimiento de vivir
mientras la muerte exista”?

Así pues, tal me parece ahora:
Culpable de la muerte de cada vivo
es la muerte de cada muerto.
Así pues, tal me parece ahora,
de un infinito egoísmo, crueldad intervidas,
que la muerte de cada muerto
arrastre hacia el lugar del que no se vuelve,
no a aquellos que procuraron su mal en vida
sino a aquellos que le amaron,
aquellos que expusieron su vida
a la maldita profecía que la palabra lleva,
aquellos que, como tu hija que te llevaste,
hasta hubiese dado la vida por ti,
hasta hubiesen comprometido su vida por la vuestra.
Dije, en mis libros a Alejandra,
a la que allí habrás conocido, ¿o no?,
que “los muertos no sois tontitos,
sólo queréis amor amorcito”,
¿por ello te la llevaste?

Sentimiento de culpa,
por tanto, el vuestro.
Culpa de vuestro fracaso,
pues que muertos.
Culpa por mi fracaso cuando me muera,
cuando me muera sin haber cumplido
ninguno de mis sueños.
¡Culpa de estar muerta!
o aquí impotente, en esta vida.
Esa la culpa.
Culpa por no arrancarle a Dios o al Cosmos
el secreto de todo,
la última verdad o primera,
cuando ninguna,
cuando ninguna verdad
dejaron ese Cosmos o Dios
que iluminasen esta vida,
esta despreciable vida…
y despreciable, por lo mismo,
vuestra muerte,
¡la de todos los muertos!,
toda esa infinita tropa de harapientos derrotados
…¿de la que un día formaré parte?
Bien a mi pesar será,
bien en contra de todo el asco y rabia
que en mi más de medio siglo de vida
acumulé hacia ese Dios o Cosmos
tan espléndidamente denominado por Alejandra:
EL SEPULTURERO DE LOS CIELOS.

Ahora quizá pueda continuar aquí exponiendo
las palabras a tu muerte que un día redactara
sin saber cuánto de profecía,
de maldita y asesina profecía.

domingo, 25 de abril de 2010

Tu muerte es nuestra muerte

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Tu muerte es nuestra muerte

:


La cruz que ponga el hombre
a la cabecera de sus muertos
sea la espada de su cinto.

Lucharé contra la muerte con la muerte,
contra la muerte tuya padre.
O te resucitamos o nos matas.
O reviven los muertos o morimos.

Si ha de morir

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Si ha de morir
ha de morir rompiendo
todo el silencio…

Una palabra al borde de la muerte….

Mientras te velo en tu agonía
y casi me he dormido,
esto he oído
a medias entre vigilia y sueño,
esto se ha oído en mi cerebro
estas palabras sin sonido:
-Libradme hacia la Gran Nube de esplendente blanco
….Darme asilo en la Gran Nube.

¿Una vez más esa explosión de luz
al final del túnel de la muerte,
ese en el que te reteníamos sin ningún derecho
atado a eso que ni vida
tus sentimientos conectando con otra realidad
hacia la cual pedías el favor de que te liberasen?

El rayo pone una escalera de ira

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El rayo pone una escalera de ira

entre la atmósfera y la tierra;

la lluvia es un montón de ojos

que plañen tu final tan triste,

los anónimos ojos del dolor humano.

Yo estoy aquí; no siento nada.

La impotencia es el luto que me viste.

No puedo ni llorar ni rebelarme.

El alma de mi padre se ha perdido

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El alma de mi padre se ha perdido
se ha ido de nosotros
en ese charco de sangre que su cerebro anega.
Las neuronas que sustentan su yo
le han naufragado en ese océano sin bordes
esos ríos de sus vasos sanguíneos rotos.
Un justo más que se presenta
ante la divina decisión que es mundo,
que hace los mundos, los destroza,
ahogado en su propia sangre.
Un grito más ante ese dios que nos colma de ignorancia
frente a nuestro destino catastrófico.
¡Morir es el pecado!
¡Morir es satanás presente!
Es la muerte un acto del diablo
que dios consiente.
Obra de dios,
¿digamos “así sea”?

El viejo de la montaña

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Cabeza blanca de nube
sobre plomo de montaña.
Cabeza de pura nieve
sobre roca que la agarra.
La cabeza quiere irse
y el cuerpo no tiene alas.
Vuela en blancos pensamientos
que caen sobre las faldas
las laderas o los hombros
de la piedra siempre estática.

El viento sopla en el monte
en la helada madrugada;
las nieves se vuelven nubes
que nos caen por la cara.
Nuestra propia cabellera
salvajemente enredada,
era hace unos momentos
tocado de la montaña.

¡El viejo de la montaña
que está de espaldas a todos
con su cabellera blanca!
Si yo pudiera volverle,
si yo pudiera bordearla,
Si le llamara:
¡Oye, viejo,
el de las guedejas largas!

Seguro que si pudiera,
yo le vería la cara,
la cara que tiene oculta
a todas nuestras miradas.

Neuronas son arañas

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Neuronas son arañas

Abrazadas en estrecha compañía

Arañas inmortales

Siempre la misma población de arañas

Sin cónyuge al que dar muerte

Sin descendencia alguna

Galaxias pensamientos

Galaxias

Millones de años vida

Neuronas arañas

Debajo de mi mano nació un sol

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Debajo de mi mano nació un sol

Dentro de mi costado

Y fue creciendo y quemándome la luz

Queriéndome fue queriéndome la mano

según la retiraba

Hasta brotarme al lado

Y si el cielo de pronto echando alas

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Y si el cielo de pronto echando alas
decidiese no estar más sobre nosotros
que pavesa a pavesa
trozo a trozo
cayese sobre el hombro de la vida?
no estar más sobre nosotros
sino meterse dentro?
Ser nosotros la mano que envolviese
su desnudez de ave

La muerte es una espera larga

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La muerte es una espera larga

en el lugar y tiempo de la vida

Nada puedo hacer ante tu muerte

17

Nada puedo hacer ante tu muerte

sino escoger el lápiz

de entre todos los instrumentos que dan vida

de entre todos los instrumentos que matan

El milagro

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Si ha de morir

ha de morir rompiendo

todo el silencio

que guardara siempre



Una palabra al borde de la muerte

vale lo mismo que la vida

…toda la vida

Dios es todos los muertos

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Dios es todos los muertos

Baja a los infiernos con cada uno de nosotros

a completar un ciclo

Nace-muere Nace-muere Nace-muere
…………

Y al final se levanta

Y la muerte tendrá su muerte entonces

Cuando acabe el sufrimiento en la Tierra

14

Cuando acabe el sufrimiento en la Tierra
en cada hombre,
Dios habrá nacido,
Belén será por todo el orbe
que concierna a la vida
al llamado ser humano.
Y Dios creándose a sí mismo
habrá creado
la Vida delante de nosotros
la Vida en cada uno.

La materia sufriente es Dios pariéndose
de espíritu sufriente:
no nacido.
Una vez rompa el hielo de la sombra,
completo salga del abismo;
una vez rompa el hielo de la forma:
“¡He ahí a tu hijo!”:
A ti mismo.

Acabado todo el dolor
la luz será la página siguiente.
No habrá más muerte
pues la Vida acabó de completarse.
“No habrá más tiempo”:
He ahí lo eterno.
El silencio y la voz a un tiempo,
la face negra y positiva juntas.

Resurrección

13

Resurrección entonces

no antes

Los últimos son los primeros

12

Los últimos son los primeros

Dios es todos los muertos

y Cristo está con ellos en el fondo del cráter

Cuando el volcán haga erupción

:

¡Resurrección!

¡Resurrección

11

¡Resurrección!

:

Cuando el volcán haga erupción

y Cristo está con ellos en el fondo del cráter

Dios es todos los muertos

Los últimos son los primeros

Morirse es un montón de escombros

10

Morirse es un montón de escombros

de lo que fuera un digno cuerpo humano

¡Morirse el algo demoníaco

a lo cual nos abandonamos

nos abandonan!

Mi vida… esa cosa distinta de la tuya

9

El Amor que nos asume a todos,
llama en el fondo del Cosmos
sin consumirse ni consumirnos,
está ausente de nosotros.
Si el Amor se restableciese,
reino perdido,
respirarías por nuestros pulmones,
tendrías la vida de nuestro movimiento
y tu alimento sería el alimento
mismo que a todos nos tocara.

Harapos de la creación

8


Harapos de la creación
hace el tiempo que todo lo destruye
o todo lo crea de manera efímera
y no importa que el tiempo de la vida
quede estipulado en millones de años,
una estrella es un muerto igual que un hombre
trascurrido el tiempo necesario.

Harapos de la creación…
Y el tiempo oculta su verdadero rostro
detrás de las catástrofes
las muertes de las criaturas,
allí, donde se nos muestra de sus facciones íntimas.

Morirse

7

Morirse

es la soledad

azul

de las esferas

El siete

desgarrador

que comunica mundos

separados

Es mi inspiración un ave de ala rota


6

Es mi inspiración un ave de ala rota

ha caído la pluma de mi mano

Como el ave sin vuelo está mi boca

Y tengo el corazón helado

La vida es un día de invierno

5

La vida es un día de invierno

corto corto corto corto

Y la muerte es larga larga

como una noche de invierno

En aquel coche va la caja que te lleva

4

En aquel coche va la caja que te lleva.
Alguien conduce.
Cuántas veces usaste de ese oficio
o ejerciste,
¡de qué manera desmedida!,
aunque trasladabas a vivos,
cuántas, demasiadas horas consumiste,
padre, no saliste vivo
(Cuántas víctimas de eso que llaman trabajar,
trabajo,
cual en los campos de concentración:
“el trabajo os hará libres”,
esa burla a los que se revienta, explota,
asesina)
El que conduce, ignora,
tu muerte es nada más que su “trabajo”,
tanta deshumanización por lo mismo
no sólo en arte,
el que conduce es inmune al dolor,
tanto lo ha visto.
Ni tú ni yo sobreviviríamos mucho tiempo
al ejercicio de ese oficio
...tanto lo ha visto.
Cada dolor sería uno nuevo,
aunque al fin fuese el mismo,
con diferentes rostros desdichados
con un muerto distinto.
Hay que nacer para ejercer ocupaciones
donde la deshumanización alcanza el rango
de cambiar las vísceras de sitio:
en el lugar del corazón, las tripas,
diástole-sístole intestino;
para enterrar a los muertos
sin que se conmueva todo el edificio del ser,
hay que nacer.
¡Para tratar con la muerte
y no acabar como Cristo
predicando resurrecciones
que de orate al manicomio te lleven!
…Hay que nacer.

La primera pala de tierra

3

La primera pala de tierra
sobre la caja escupe
todo el desprecio del hombre por el hombre.
De eso nos morimos padre.
¡¿Cómo poder sin desgarrársenos la entraña
aceptar que su vida se sepulte?!
¡¿Cómo admitir lo inadmisible?!

Lamentación y sentimiento de culpa

2


Cada palabra que mi mano escribe
es una vena que en tu cerebro estalla.

Siento cada palabra mía
poblando el tiempo,
tijera, alacrán, cuchillo
que pica y corta el hilo de tu vida.

Culpable de la muerte de cada muerto
es la vida de cada vivo.
Sentir remordimiento de vivir
mientras la muerte exista.

“¿Por quién doblan las campanas?
Doblan por ti
La muerte de cada hombre me disminuye”
(Jhonn Donne)



Cementerio

1



(Koimeterion: Dormitorio)


Por fin el sueño
Duermen
Los muertos no tienen ya otra cosa
: Fosa
Sueñan
Su descanso se ha vuelto impenetrable
Por mucho que llaméis hasta su carne
que un día conocisteis
visitando el sitio odioso de la tumba
lecho que lo acapara
no recibiréis más respuesta que el silencio
calor o frío que lo envuelve
.................Duerme
.................Duerme
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